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La vida de una mujer es como la metamorfosis de una mariposa. Todo pasa por etapas y a su tiempo. Para mí, esta etapa de mi vida es una de las mejores. Me estoy convirtiendo en la mujer que siempre esperé. Tal vez para algunas de ustedes, el tener un hogar, un hijo o su primer negocio, es lo que siempre esperaron.
La vida de una mujer es como la metamorfosis de una mariposa. Todo pasa por etapas y a su tiempo. Para mí, esta etapa de mi vida es una de las mejores. Me estoy convirtiendo en la mujer que siempre esperé. Tal vez para algunas de ustedes, el tener un hogar, un hijo o su primer negocio, es lo que siempre esperaron.
Yo no me considero una mujer tradicional. Me gusta conservar ciertas tradiciones, pero por lo general me rebelo a lo impuesto. Soy como un bicho diferente en mi familia, la oveja negra que decide ir contra la corriente establecida desde pequeña, siempre quise un cambio y me prometí hacer algo diferente a lo que tal vez me hubiese tocado.
Mariposas | Mi Familia Magazine
Mi rebeldía no tiene nada que ver con el alcohol, drogas o sexo. Pero si tiene que ver con los roles de géneros. En mi cultura como en muchas otras, el hombre se ve como el todo-poderoso y el que debe tener la última palabra. Claro, esto con los años ha cambiado un poco, pero desafortunadamente en muchos hogares, aun se practica. No culpo a el hombre. El hombre a mi ver, es también una víctima de la sociedad y las tradiciones. De lo único que si lo culpo, es de no querer rebelarse a lo impuesto y dejarse llevar por lo ya establecido.
Y no todos los hombres son así, hay muchos que se enorgullecen al decir que son feministas y hay muchos que lo son, pero en silencio.
Empezamos a entrenar a nuestros hijos desde muy chicos. Recalcamos la diferencia con los colores rosa y azul. Entrenamos a las niñas a lavar los platos, planchar y cocinar. Y al niño a que lave el coche, cargue lo pesado, se defienda con golpes y que de ninguna manera, llore. Los niños NO lloran. ¡Me rehúso aceptar esto! ¡Me rehúso a creer que el cambio no existe! ¡Me rehúso a pensar que somos incapaces de inculcar a nuestros hijos modales y valores diferentes!
Me refiero en específico al respeto por igual. A que a una mujer no se le pega. A que un hombre, no es menos hombre por quedarse en casa cuidando a los niños. A que una mujer, no es menos mujer por no llegar virgen al matrimonio. Esto puede fácilmente cambiar desde que están muy chicos. Así, creo yo, criaremos a mujeres fuertes, independientes y hombres respetuosos.
Ser una mujer moderna e independiente hoy en día, viene con algunos sacrificios y en ocasiones con un poco de soledad.
Soy una mujer completamente independiente y profesional. No me gusta la idea de tener que depender de nadie para estar bien, ni económicamente, ni mucho menos emocionalmente. Por mucho tiempo, mi alegría dependía de la presencia de un hombre, pero me di cuenta que si no estaba bien conmigo misma, nunca lo estaría con nadie. La felicidad y seguridad interna, tienen que ser de uno mismo y nunca depender de nadie más.
Quiero creer que relaciones balanceadas sí existen. Quiero conservar el poder de decidir por mí misma, lo que quiero y lo que no. Quiero cocinar para mi futuro esposo, porque así lo decido yo, y no porque es así como debe de ser. ¡Claro que quiero que el también cocine! Sé que todo esto es posible, y que mis hijos crecerán creyendo lo mismo. Estoy dispuesta a conseguirlo. Esto suena como una lista de deseos de una mujer exigente, pero es así como me lo imagino. Tengo la esperanza de que existe alguien que me valore, me respete y entienda mi independencia como mujer profesional.
Hoy en día las mujeres estudian, trabajan y pronto se independizan de su familia. Tienen su negocio, compran su casa y se van de vacaciones. Pero las presiones familiares y sociales son las mismas… “¿cuándo te vas a casar?” “¿cuándo tendrás hijos?” “te está dejando el tren… más vale que te busques un novio.” Mi respuesta es: estoy muy bien como estoy. Nunca había estado mejor. Por primera vez en mi vida, me siento muy bien conmigo misma, adoro mi independencia y mi profesión. Y sí, no voy a negar que me gustaría tener a ese alguien en mi vida, pero tampoco me voy apresurar y aceptar al primero que llegue, menos por el apuro. El reloj biológico seguirá su ritmo y no parará por mí, ni yo por él.
Como las mariposas, tomo la vida por etapas y espero pacientemente por la próxima fase. La metamorfosis de una mujer, es de lo más fascinante y dejaré que siga su curso sin preocupaciones.
¡Salud! por un año lleno de mariposas bellas y momentos inolvidables. Apoyen a sus mariposas, cuídenlas, pero también déjenlas volar y nunca, por ningún motivo, les corten las alas.
Por Frida Villalobos
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GRACIAS, TUS PALABRAS ME IDENTIFICARON AMPLIAMENTE CON EL DECEO MAS PROFUNDO DE QUE YO SI PUEDO LOGRAR, AUNQUE SEA UN 10% DE TU FILOSOFIA. OJO NO ME MAL INTERPRETES GRAN PARTE LA ESTOY LLEVANDO ACABO, LA QUE REFIERE A LOS HIJOS, AL ESPOSO A LA FAMILIA. PERO MI INDEPENDENCIA COMO PERSONA UNIPERSONAL CUESTA, DESPEGAR LAS ALAS, SOLTAR LAS RIENDAS Y NO SEDER EL CONTROL DE MIDA. CREO QUE LO VOY A LOGRAR.
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